Durante el último año, la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de adaptación al cambio y ha impulsado el uso de la tecnología en diversos sectores. En la industria de la salud, la innovación ha sido de vital importancia y se ha acelerado para enfrentar la crisis; por lo que la actualidad representa una oportunidad para seguir evolucionando el ecosistema de salud, hacia sistemas más eficientes, accesibles, resilientes y sustentables. Como menciona el Foro Económico Mundial, para una industria que prospera a través del constante descubrimiento, la crisis de COVID-19 representa uno de los más grandes desafíos a nivel mundial, pero también es un catalizador para la transformación.
La adopción de la tecnología en salud y digitalización a través de aplicaciones, telemedicina, Inteligencia Artificial, el intercambio de datos, blockchain y la geolocalización, son la clara muestra de que el ecosistema de salud se está transformando y tiene un gran potencial de implementación para mejorar la calidad de vida de la humanidad.
Es por eso que Movimiento Salud 2030 busca acelerar la evolución de los sistemas de salud, impulsando la innovación a nivel local y conectando a todos los sectores para co-crear soluciones que sean escalables y generen un impacto positivo en las comunidades. A través de esta plataforma de colaboración, con aliados y expertos en 9 países de Latinoamérica, buscamos cambiar paradigmas y crear el futuro de la salud.
En esta edición te mostramos 3 tendencias y ejemplos de mejores prácticas en Latinoamérica, que serán de gran beneficio para la población y que ya generan un impacto positivo, principalmente para personas de niveles socioeconómicos menos favorecidos, así como para habitantes de zonas rurales.
1. Atención centrada en el paciente con Inteligencia Artificial
Esta es una de las principales tendencias que impactan los servicios de salud. De acuerdo con un artículo sobre la próxima ola de innovación en salud, los ecosistemas del futuro estarán centrados en el paciente. Los servicios prestados se adaptarán a las necesidades específicas de cada persona y las trayectorias de atención serán más eficaces. Estos ecosistemas, orientados al usuario, también aumentarán los puntos de contacto de atención médica, con el objetivo de modificar el comportamiento del paciente y mejorar los resultados.
La Inteligencia Artificial será un gran aliado para este modelo centrado en el paciente, ya que además de permitir a los médicos encontrar tratamientos más personalizados, la utilización de esta tecnología ayuda a predecir enfermedades incluso antes de que se manifiesten, a través de información disponible y modelos de aprendizaje automático.
Un caso de éxito del modelo de innovación centrado en el paciente con IA, son las Clínicas de Azúcar en México. En el país, la diabetes es la segunda causa de muerte. Desde su creación, han atendido a más de 100,000 pacientes. Estas clínicas tienen un enfoque integral para el manejo de la enfermedad. Al reunir a un equipo de médicos, enfermeras, nutriólogos y psicólogos en una sola visita, reducen el número de visitas anuales de 21 a 4, ahorrando tiempo y dinero al paciente y al sistema.
Cuentan con una plataforma de investigación que utiliza análisis de comportamiento e Inteligencia Artificial para segmentar a los pacientes. De esta manera predicen conductas y diseñan una estrategia de tratamiento de acuerdo con la personalidad y el nivel educativo de los pacientes. Por ejemplo, a pacientes de la misma edad que han padecido la enfermedad durante el mismo periodo de tiempo, la medicina tradicional los trataría de la misma manera; sin embargo, los pacientes responden a las recomendaciones de manera diferente. Personalizando el tratamiento según los hábitos y comportamientos del paciente, se incrementa la receptividad y adherencia al tratamiento.
La clínica lanzará además, una aplicación móvil que apoyará la continuidad en el cuidado del paciente, lo ayudará a realizar los cambios necesarios en su estilo de vida y a cumplir el programa de tratamiento.
Desde Movimiento Salud 2030, hemos estado trabajando en soluciones centradas en el paciente. En Chile se realizó un reto de innovación abierta en el que los emprendedores se enfocaron en mejorar la experiencia del paciente a través del mejoramiento de los procesos clínicos. El resultado son 3 pilotos que serán implementados en el Instituto Nacional del Tórax. A través de la sistematización de la información, herramientas digitales que generan una mejor conexión entre pacientes, médicos y especialistas y la gestión inteligente de datos, se espera una reducción significativa en tiempos de atención, de espera y una mejor toma de decisiones entre los diferentes especialistas involucrados en la atención del paciente.
2. Intercambio de datos y blockchain
La interoperabilidad de datos entre profesionales de la salud de diferentes disciplinas e instituciones tiene grandes beneficios para el paciente. Los médicos tienen disponibles datos completos y precisos a los que pueden acceder en tiempo real. Esta información precisa permite la asistencia continua, tomar decisiones de diagnóstico y tratamiento, así como predecir futuras necesidades.
Actualmente los usuarios de Internet proporcionamos datos a través de redes sociales acerca de preferencias, hábitos, lugares que visitamos, los cuales podrían ser de beneficio incluso para predecir condiciones médicas. Por ejemplo, un estudio sobre predictibilidad a través de las redes sociales menciona que Twitter se ha utilizado para vigilar brotes de enfermedades, predecir tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas y monitorear la opinión pública acerca del seguro médico.
La geolocalización por ejemplo, se ha convertido en una herramienta muy útil para obtener información acerca de patrones de comportamiento y para identificar focos de infección. Un caso de éxito se llevó a cabo en Puerto Lempira, Honduras, que fue reconocido por la Organización Panamericana de Salud como un ejemplo en la reducción de casos de malaria. El municipio logró la disminución del 92 por ciento de los casos de malaria gracias al trabajo de una red de voluntarios capacitados y la utilización de geolocalización, para identificar casos y establecer estrategias de prevención y control como la investigación rápida de casos, distribución de mosquiteros y fumigación en las viviendas.
Ante la pandemia, varios gobiernos en Latinoamérica han implementado también aplicaciones digitales con geolocalización para obtener datos e informar. Por ejemplo Brasil, desarrolló la aplicación Coronavirus-SUS para registrar casos positivos y alertar de posibles contagios a personas del entorno. Esta aplicación ha registrado más de 5.3 millones de descargas. Además, el país utiliza blockchain para almacenar resultados de las pruebas de Covid-19 realizadas en clínicas privadas y hospitales públicos, datos con respecto a las inmunizaciones, medicamentos suministrados y número de pruebas realizadas.
En Argentina, la aplicación Cuidar COVID-19, informa sobre los síntomas, acciones de prevención y tramita un permiso para circular en provincias donde existan restricciones de movimiento. Ha sido descargada más de 5.1 millones de veces desde marzo.
CoronApp, es la aplicación colombiana para informar a los habitantes sobre las medidas del gobierno y geolocalización para mostrar las instituciones de salud y farmacias más cercanas. Esta aplicación ha tenido más de 3.4 millones de descargas en el país.
En México, la app COVID-19MX, que ha sido descargada más de 654 mil veces, permite ubicar las unidades de salud más cercanas y tiene una función de autodiagnóstico.
Sin embargo, el intercambio de información incrementa la necesidad de crear estándares y medidas regulatorias sobre la protección de datos, transparencia y la seguridad digital de los pacientes.
El blockchain puede ofrecer soluciones muy prometedoras para la interoperabilidad. Mediante esta tecnología se pueden compartir datos clínicos de pacientes entre usuarios y entidades médicas de forma segura.
El sistema peer-to-peer del Blockchain permite que un gran número de usuarios tenga acceso, que los datos sean inalterables y que la información sea segura y transparente. Esta es una tecnología de registro distribuido que crea un récord de transacciones compartidas, inmutables y cronológicas. En el contexto de la salud, las transacciones son representadas por piezas de información médica del paciente. Existen diversos procesos de verificación con varios niveles de accesibilidad y gobernanza. En el modelo público de blockchain que es el que se utiliza en Bitcoin, no hay proceso de selección de participantes y cualquiera puede tener acceso. En el modelo privado, un grupo puede gobernar el blockchain y evaluar candidatos para participar. Los participantes aprobados pueden acceder al blockchain con una clave digital. Esta opción permite a pacientes y médicos acceder a la información apropiada, tener un registro confiable y mejorar la calidad de los servicios en salud.
3. Telemedicina y hospitales remotos
El diagnóstico y tratamiento de pacientes de manera remota han dejado de ser una práctica del futuro y se ha vuelto parte de nuestra realidad. La adopción de la telemedicina se ha incrementado a partir del Covid-19 y la tendencia seguirá en aumento, integrando nuevos servicios a distancia.
Entre los principales beneficios de la telemedicina se encuentra el acceso a la atención médica para pacientes en la periferia y en zonas rurales, la reducción de barreras como la distancia y el transporte, el manejo eficiente de tiempo tanto del médico como del paciente y un mayor acceso a consultas especializadas.
Algunos programas de telemedicina empiezan a incluir más servicios, como el monitoreo remoto y chatbots que utilizan Inteligencia Artificial y ofrecen a los médicos y a los pacientes herramientas eficientes para dar orientación médica de acuerdo con los síntomas que envía el paciente. Incluso, ya existe la tecnología para tener algoritmos robots especializados en salud que puedan complementar la telemedicina ofreciendo un mayor acompañamiento al paciente. Por ejemplo, la Universidad de Toyohashi en Japón, desarrolló el robot Terapio, que puede asistir a las enfermeras en tareas hospitalarias rutinarias como entregar medicamentos, hacer rondas hospitalarias y recopilar registros.
En Latinoamérica hay barreras que han hecho que la adopción de nuevas tecnologías sea más lenta que en otras regiones del mundo. Algunas de ellas tienen que ver con infraestructura tecnológica, gobernanza de los sistemas de salud, capacidad de adopción de nuevas tecnologías, reglamentación, entre otros. La complejidad aumenta con el alto grado de fragmentación de los sistemas de salud en Latinoamérica, siendo mayor que en otras regiones, de acuerdo con el estudio de la telemedicina en Latinoamérica durante Covid19. Antes de la pandemia, la misma institución, mostró un estudio con la Universidad Nacional de Florida en el que describe el nivel de adopción de telemedicina, siendo Chile el líder en la región con 68% de sus hospitales ofreciendo esta tecnología, seguido de Uruguay con el 54%, Guatemala el 45%, México el 29%, Argentina el 26% y Colombia con el 25%.
Sin embargo, en los últimos meses se ha expandido el uso de la telemedicina en la región. Por ejemplo, un caso de éxito fue una colaboración que se realizó en Perú en la que se unieron ONGs, Universidades y Bancos de Desarrollo, quienes lograron ayudar a más de 3 mil habitantes en ocho comunidades aisladas de la selva amazónica peruana. Esta alianza ayudó a que se proporcionaran servicios de banda ancha tanto para la población, como en los centros de salud rurales.
Otro ejemplo de mejores prácticas, también en Perú, fue la alianza que la startup Smart Doctor realizó con el Ministerio de Salud para facilitar las consultas y monitoreo a pacientes infectados de Covid-19. Para evitar la saturación de hospitales, 700 médicos de la red atendieron gratuitamente a la población a través de la plataforma, alcanzando un total de casi 100 mil teleconsultas.
Estos ejemplos de mejores prácticas muestran que más allá de la implementación de herramientas tecnológicas, es necesaria la colaboración entre los diferentes actores del ecosistema, para acelerar la implementación efectiva de la innovación en Latinoamérica y tener un impacto real en la calidad de vida de las personas.
En el Movimiento Salud 2030 ya estamos trabajando juntos para evolucionar los sistemas de salud e impulsar la innovación en Latinoamérica. A través de retos con emprendedores en diferentes países y eventos como mesas redondas con los principales actores del ecosistema, co-creamos soluciones en 4 principales áreas de foco que incluyen acceso y continuidad de la atención, ciencia de datos y soluciones digitales, modelos de negocios inclusivos e innovación en biociencia.
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Referencias:
https://www.zdnet.com/article/the-role-of-robots-in-healthcare-post-covid/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7684666/
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